LA TARTA DE MANZANA DE MI ABUELA

Empiezo a echar de menos llegar a casa de mis padres y no llenarme de aroma a pan u olores característicos del ambiente panaderil, ese olor que se impregna en tu ropa y te acompaña durante todo el día, ese olor que te da vida...

Por otro lado, no hay un día que no me acuerde de esa persona que fue, ha sido, es y será la más especial en mi vida, sencillamente porque estoy segura que es la persona que más me ha querido y he sido tan feliz a su lado que con haberla conocido y haber compartido con ella el resto de su vida me siento más que satisfecha. Ella, sin saberlo me ha transmitido tanto y tantos buenos valores que ahora  ha llegado la hora de devolvérselo a mi manera y mi manera es cocinando. 

Tantos cambios en mi vida sin más remedio hacen que eche de menos tantas cosas que mi único recurso para evadirme de eso es cocinar y es lo que he hecho este fin de semana.

Mi cocina huele a echar de menos, a buenísimos recuerdos y a sabores de antaño cuando estaba horneando una tarta de manzana, pero no una tarta de manzana cualquiera sino "LA TARTA DE MANZANA DE MI ABUELA" y os puedo asegurar que es la tarta de manzana más rica que he podido degustar nunca.

Se trata de una masa entre quebrada y abizcochada que en el momento de salir del horno está crujiente lo que le proporciona un buenísimo contraste al morder y mezclarse con la delicadeza de la mermelada y la manzana pero al día siguiente está blandita y le otorga un sabor totalmente diferente al del día anterior, os decía que, a pesar de tratarse de una tarta de manzana y poderse encontrar millones de recetas de tartas de manzana, esta es nuestra tarta de manzana por excelencia y para nosotr@s es la mejor.

Por otro lado, la versatilidad de la manzana es infinita y sus propiedades nutricionales son verdaderamente loables, uniendo ambos factores (a los que se pueden sumar muchos más como su buen precio y sus diferentes variedades y tipos para poder elegir el más adecuado y hacer que nuestra receta sea todo un éxito) existen suficientes motivos para pensar en esta fruta como imprescindible dentro del mundo de la repostería. No olvidemos la cita " una manzana al día mantiene al médico en la lejanía).

INGREDIENTES

Para la masa:

- 200 gr harina

- 1 sobre de levadura de repostería

- 4 cucharadas soperas de azúcar

- 1 huevo

- 200 gr mantequilla

Para el relleno:

- 2 manzanas

- 350 gr mermelada de melocotón

Además:

- Mantequilla para untar el molde.

- Azúcar para espolvorear por encima.

COMO SE HACE

- En un bol tamizar la harina y echar la levadura, el azúcar. Hacer un pequeño volcán con los ingredientes secos e introducir el huevo y la mantequilla cortada a trocitos. Amasar todo.

Se quedará una masa bastante pegajosa pero no preocuparos porque dejándola reposar se arreglará.

- Mientras reposa la masa, pelamos las manzanas y las cortamos en láminas finas introduciéndolas en un cuenco con agua y limón exprimido para evitar su oxidación.

- Untamos el molde con un poquito de mantequilla.

- Extendemos la masa en el molde y la recubrimos con una capa de mermelada de melocotón.

- Disponemos las láminas de manzana haciendo círculos y cubriendo toda la superficie.

- Recubrimos la manzana con más mermelada.

- Espolvoreamos azúcar por encima para que caramelice la manzana. 

- Horno a 180 ºC con calor arriba y abajo. Hornear nuestra obra de arte durante una hora aproximadamente, aunque esto depende del tipo de horno. 

DETALLES A COMENTAR

- El molde es aconsejable que sea desmontable pero si no tienes no pasa nada.

- Si no tienes en casa mantequilla también puedes usar margarina.

- Cada manzana es un mundo, tienen diferente textura y sabor. A mí me gusta usar las manzanas tipo Golden por su textura arenosa y su dulzor. Pero puedes emplear cualquiera que tengas en casa.

- Con la mermelada pasa lo mismo, la mermelada de melocotón es la más normal y la que más se ajusta al sabor tradicional de la tarta de manzana pero también puedes usar mermelada de albaricoque. 

Este es el resultado, una bella obra de arte y un grato recuerdo que perdurará en mi paladar, en mi retina y en mi memoria por siempre jamás.

Te invito a que la hagas y me cuentes qué te parece.

Mª José